¿Recuerdas la primera llamada que realizaste con un teléfono móvil?
Según la edad que tengas, debió de ser inolvidable. Seguro que recordarás que, por aquel entonces, cada minuto de conversación era muy caro y había que pensárselo dos veces antes de llamar. Además, resultaba impresionante poder llevar un teléfono en el bolso o en el bolsillo del pantalón y no necesitar ningún cable entre medias para poder contactar con alguien. Espectacular.
Pero la siguiente pregunta es más difícil.
¿Recuerdas la última llamada que has realizado con un teléfono móvil?
Parece que hace más tiempo que la primera, ¿verdad? Perfectamente puede ser que no te acuerdes. Telefonear se ha convertido en algo absolutamente innecesario para muchos, sobre todo para aquellos usuarios más jóvenes. Actualmente, existen muchas otras formas de comunicación a través de apps de mensajería instantánea, por ejemplo, como las notas de voz o las videollamadas.
Los primeros móviles tenían incorporadas funcionalidades como el despertador, los juegos o la radio. Hoy, estos aparatos son de todo menos teléfonos. Son ordenadores de bolsillo. Y esa capacidad de seguir siendo pequeños e incluir cada vez más recursos y herramientas está transformando el mundo. No el tuyo. Ese ya cambió hace algunos años. Está cambiando el mundo en sí mismo, especialmente en lugares donde el teléfono móvil no es una alternativa, sino el único canal de comunicación con el mundo.
“Está produciéndose un gran efecto democratizador”, afirma John Githongo, uno de los principales líderes contra la corrupción en Kenia. “El crecimiento del acceso a los smartphones conlleva la creación de redes más amplias, profundas y duraderas que las actuales”, añade. «Ya estamos presenciando una transformación en la forma que tienen las personas de relacionarse con sus gobiernos, por ejemplo», añade Githongo. Y esto es gracias a la tecnología, que está aumentando la transparencia y dando voz a los ciudadanos.
Los móviles, así como la creatividad y la necesidad, también están salvando vidas. El año pasado, el Ministerio de Salud y Bienestar familiar de la India lanzó un programa nacional para promover conductas de salud que salven vidas. Mobile Kilkari realiza llamadas telefónicas a madres y mujeres embarazadas con información relevante, según la etapa del embarazo o la edad del hijo. Tras su lanzamiento, 2 millones de madres se inscribieron en el programa. Otro programa, el Mobile Kunji, ayuda a las familias con orientaciones muy diversas. Los trabajadores del área de salud entregan a las personas cartas similares a las de una baraja, pero con un código que puede ser leído con el móvil y que permite descargar mensajes de audio según las necesidades de cada persona o familia.
La necesidad siempre ha sido la madre de todas las invenciones. Ahora, estas caben en la palma de la mano.
