La identidad digital es el conjunto de rasgos diferenciadores que define a personas, marcas o comunidades y le caracterizan en Internet. Así, es la traslación de la identidad personal al mundo online. Es la suma de todo lo que dicha marca dice o hace en la Red, lo que los demás dicen sobre ella y, algo que a veces se olvida: lo que los otros ven. Y en Internet este último punto cobra especial relevancia, y más si hablamos de menores ¿quién nos ve dónde estamos? ¿estamos en el lugar que nos tienen que ver?
Es importante ser consciente de que todo comunica y, por lo tanto, todo desarrolla nuestra identidad digital. Sin embargo, al mismo tiempo hemos de saber que la comunicación en Internet también puede ayudar a desarrollar nuestra identidad: tenemos que reflexionar para presentarnos en la Red y lo que hacemos en la Red, nos presenta. En ocasiones los estudiantes no son conscientes de ello por lo que debemos formarles (y formarles) ofreciéndoles conocimiento, herramientas, dando nuestro ejemplo y confiando en su responsabilidad (aunque se equivoquen: el error también enseña) y todo ello con una gran dosis de paciencia: formar lleva su tiempo y puede que sea diferente para cada persona.
Algunas ideas generales
– Los adultos desarrollamos la identidad de los menores en Internet antes incluso de que hayan nacido. Padres, madres y otros familiares cuelgan información y fotos de los niños sin que ellos den su consentimiento y, cuando crecen, en los centros educativos pedimos permiso a los padres para compartir imágenes de los estudiantes, pero ¿les preguntamos a ellos si quieren aparecer en las fotografías? Para comenzar a ser consciente del desarrollo de su identidad digital es necesario hacerles responsables de ella.
– El uso extendido de la movilidad. Con 8-10 años comienzan a poseer su propio móvil y se extiende el uso de la mensajería instantánea (sobre todo Whatsapp), poco a poco utilizan las apps de contenido efímero (tipo Snapchat) y se suman al carro de las redes anónimas o secretas (aunque no es un uso mayoritario Ask crece en su uso).
– Cuidado con el uso del móvil como elemento de control. Si bien se puede hablar de este tema también en los adultos, se está viendo como la mensajería puede ser un elemento de control entre amigos o primeras parejas. La empatía será fundamental para trabajar este aspecto, así como no enseñar solo a defenderse de estas conductas, si no a no crearlas.
– ¿Qué ocurrirá en el futuro? Es necesario hacerles saber que todo lo que se sube a Internet permanece en Internet de un modo público, por lo que pensar en el futuro en ocasiones les hace ver que todo lo que hacen hoy les servirá para mañana. Es importante entender que se comunican en micronichos y no siempre son conscientes de que lo ven más allá que sus amigos.
Autor: Diana González, especialista en educación y TIC de la Escuela de Tecnología del Planetario de Pamplona y colaboradora de Dialogando.