Actualmente, es común que comencemos el día con muchos compromisos y cosas que hacer. Además de nuestras tareas diarias, la lista de la compra y los horarios de las consultas, por citar algunos ejemplos, existen muchísimas otras fuentes que desvían nuestra atención e incluso a veces nos proporcionan más información de la que estamos preparados para recibir. ¿Cómo manejar ese exceso de datos?
Si antes la radio, el periódico y la TV eran grandes generadores de contenido, gracias a Internet ahora ese alcance es aún mayor. Los servicios de streaming y contenido on demand han cambiado mucho la manera de consumir las novedades en nuestro día a día y generan la sensación de que estamos desperdiciando nuestro tiempo libre. Siempre estamos viendo una serie, leyendo un timeline en alguna red social o escuchando el último podcast.
Por eso, y por el habitual bombardeo de información al que estamos sometidos en nuestra vida cotidiana, a veces tenemos que cambiar la manera de gestionar ese tema. Definir mejor a quiénes seguir, qué escuchar, qué contestar, a quién prestarle atención o, incluso, simplemente qué o a quién bloquear.
Nunca lograremos absorber toda la información que recibimos, pero podemos hacer buenas elecciones para mantenernos centrados en lo que realmente nos importa. En el mundo contemporáneo, donde el conocimiento parece cada vez más superficial, nuestro feed de información personal debe estar más alineado que nunca con nuestros intereses. En ese caso, la calidad es más importante que la cantidad.
Elegir los canales de consumo y establecer un tiempo específico para enterarse de las novedades son acciones sencillas pero eficaces para restablecer el equilibrio. ¡Claro que no hay nada como una buena siesta! ¡O como simplemente relajarse un poquito y pensar en la vida! Internet nos ha dado libertad para crear y consumir los contenidos que nos gustan más y que nos son más relevantes. Por lo tanto, ¡organízate y define tus prioridades!
¿Qué tal comenzar ahora?