Las tablets y móviles están presentes a diario en la vida de las personas. Gracias a ellos lo tenemos todo a mano: la previsión del tiempo, las noticias, los datos de nuestro entrenamiento y la posibilidad de comunicarnos con cualquier persona, allí donde esté. Pero, ¿puede interferir la tecnología en las relaciones personales?
Un estudio global realizado por AVG Technologies demostró que el 42% de los niños entrevistados sienten que sus padres pasan más tiempo con sus gadgets que con ellos. Lo contrario también es cierto, al 25 % de los padres de los países entrevistados les gustaría que sus hijos usasen menos los dispositivos móviles.
Anelise Oliveira, psicóloga de comportamiento, explica cómo los aparatos electrónicos pueden influir en el comportamiento y la relación interpersonal de parejas y familias. Para ella, toda tecnología si se utiliza correctamente y de forma responsable solo tiende a mejorar la vida de la gente.
¿El excesivo contacto con los dispositivos electrónicos puede afectar al desarrollo del niño?
Anelise Oliveira: Si el contacto es excesivo y sin límites, sí, dado que el niño podría dejar de interesarse por otras actividades. Si se revisa el contenido de los juegos y los vídeos el contacto con estos dispositivos cambia. En realidad, el aparato puede ser también un aliado del desarrollo, una ayuda para percibir colores, números, letras y un incentivador del diálogo. Pero todo lo que se hace en exceso puede no resultar demasiado adecuado. Los niños necesitan correr, jugar y divertirse como niños.
¿Cómo puede cambiar la tecnología el comportamiento de una persona?
A.O.: Dependiendo del contenido al que accede la persona y de la percepción que tenga esta de la realidad y lo virtual, puede generarse una falsa creencia de la realidad. En algunos casos, los jóvenes pueden tomar los videojuegos, los dibujos y/o las películas como ejemplos a seguir, lo que puede llevar a modificar su comportamiento.
¿La tecnología individualiza o une a las personas?
A.O.: Las dos cosas. Une, porque hay personas distanciadas que pueden estar presentes gracias a las herramientas conectadas. Y también puede llegar a individualizar, porque de la misma forma que es fácil ponerse en contacto, la persona termina acomodándose con la facilidad y deja de sentir el placer de un contacto personal. A algunas personas les gusta la sensación de poder ser lo que quieran virtualmente hablando y acaban por perder el interés en mostrar lo que realmente son.
¿La tecnología puede causar un sentimiento de soledad?
A.O.: En algunos casos sí, las personas enganchadas a la realidad virtual suelen sentirse solas y buscan todo el tiempo otros medios para mantenerse conectadas a otros. Se trata de una ilusión desde mi punto de vista, ya que al final continuará interactuando con extraños que casi nunca formarán parte de su vida real.
En su opinión, ¿es posible que la tecnología una a la pareja o a la familia?
A.O.: Con total seguridad. Si es usada para complementar la relación, como herramienta de comunicación instantánea y directa, sí.
¿Cómo gestionar un caso en el que una pareja discute por culpa de las redes sociales a causa de los celos o la falta de atención (como por ejemplo en un restaurante donde una de las partes está todo el tiempo con el móvil)?
A.O.: En caso de parejas en restaurantes, hay que decir que lo ideal sería mantener el teléfono en los bolsos y disfrutar de la compañía del otro. Por desgracia, hoy en día, está aumentando la falta de respeto y atención. ¡Una pareja debe disfrutar, hablar, reír, intercambiar miradas! ¿De qué sirve sacar fotos y publicarlas en redes sociales si detrás de esa imagen la realidad es bien distinta?
¿Internet puede causar el distanciamiento entre padres e hijos?
A.O.: Sí y no. Sí, ya que obviamente es más fácil esconderse detrás de una red social que sentarse a la mesa y conversar en familia. Para algunos padres es más fácil comprarle una tablet, un smartphone u otras herramientas electrónicas al niño para que se distraiga, pero esto, a la larga, no «funciona». Al mismo tiempo, Internet une. Imagine, si viven lejos de sus padres, pueden estar conectados con ellos en todo momento. Puede hacerse presente, incluso en la distancia.
