Internet permite el procesamiento electrónico de la información y el empleo de tecnologías innovadoras que favorecen la comunicación en el ámbito laboral, social y familiar. Es una palanca de transformación, adaptación e innovación digital en tiempos incertidumbre en los que la resiliencia juega un papel fundamental en la gestión de las emociones. Una valiosa herramienta de información, conocimiento y entretenimiento.
El coronavirus promovió la inmersión acelerada en la comunicación virtual. En concreto, en el mundo de las videoconferencias. Muchos puestos de trabajo se mantienen gracias al desempeño de la actividad laboral a través del trabajo remoto. Las amistades están conectadas compartiendo temores, vivencias y sueños. Las familias mantienen el contacto, la luz y el ánimo gracias a las llamadas, chats y videos online en directo que permiten participar ilusión.
Claves para una videoconferencia de calidad
- Ten un ordenador, tableta o smartphone con una buena conexión a Internet para evitar videos borrosos y pixelados. Favorece una experiencia del usuario buena que potencia tu credibilidad. Contrata una velocidad de conexión a Internet rápida.
- Establece un lugar de conexión concreto, lejos de la cocina, el cuarto de baño y los dormitorios.
- Escoge un escritorio y mobiliario adecuados que eviten dolores y lesiones musculares.
- Concreta vías de comunicación para el mantenimiento de encuentros virtuales. ¿A través de que plataforma mantendrás las reuniones?
- Establece horarios oportunos para todos los presentes. ¡Y concéntrate en lo que haces en cada momento!
- Viste ropa cómoda, péinate y arréglate en función de la ocasión. Ayuda a sentirse seguro, transmitir confianza y ofrecer mensajes concretos. Usa una indumentaria alineada con la etiqueta de las personas con las que vas a relacionarte. Cuida la parte superior y la parte inferior del torso, puede ser que tengas que ponerte de pie o hacerlo de forma inconsciente y debes estar preparado para dar información solo de tu interés.
- Ofrecer una buena imagen requiere tener en cuenta la cámara que permite la conexión visual y la iluminación de la sala en la que te encuentres.
- Presta especial cuidado a la iluminación. Procura situarla frente a tu posición. Las fuentes de luz enfrente a las caras de las personas conectadas permiten ver la expresividad de los implicados en la charla y evita sombras que desvirtúan la imagen que ofrecen. Si estás en una terraza o al aire libre, evita la luz del sol directamente en tus ojos.
- Conoce la calidad de la cámara integrada en tu dispositivo electrónico y valora si es la adecuada para las videollamadas que sueles realizar. Si eres creador de contenidos en video usa una cámara externa de alta resolución. Posiciona la cámara a la altura de tus ojos, hará que mantengas el contacto visual con tu interlocutor. Mira a la pantalla cuando escuches, te permitirá leer los gestos corporales y las expresiones faciales que contribuirán a reforzar, ampliar o simplificar el mensaje. Y limpia el objetivo antes de utilizarla, asegura la mejor calidad de imagen posible.
- Siéntate frente a la cámara. Sigue la forma de composición de los tres tercios, dividiendo la pantalla en 9 partes mediante dos líneas imaginarias verticales y dos líneas imaginarias horizontales. Sitúate en los puntos de intersección superiores para un buen encuadre, dejando los ojos a la altura de la línea superior.
- Cuida el fondo. Procura el silencio visual, sin elementos ajenos a la situación ni desorden que distorsionen la comunicación. Tú y tus compañeros de conversación sois los protagonistas de la escena y del momento, no le otorgues el papel principal al fondo de la sala desde donde realizas la conexión.
- Ver a tus interlocutores es fundamental, escuchar a tus interlocutores es imprescindible para establecer conexiones y trasladar mensajes. Usa el micrófono interno de tu dispositivo o, si deseas evitar el ruido externo y el eco ambiental, conecta un micrófono externo. La calidad del sonido se verá fortalecida.
Una vez controlados todos estos elementos…
- Mantén conversaciones que te hagan pensar, reír, divertirte, reflexionar, compartir, llorar de alegría, aprender, avanzar en el camino.
- Recrea momentos memorables que te arranquen sonrisas solo con recordarlos.
- y ¡vive el día y el presente con todos los elementos y herramientas que Internet pone a tu disposición!
Autor: Mar Castro, Pionera en investigación y difusión de NETiqueta en España y colaboradora de Dialogando.