¿Has pensado alguna vez a dónde fueron a parar aquellos teléfonos, cámara, impresora o computador antiguo cuando fueron desechados? Los residuos electrónicos son uno de los problemas más graves de la humanidad. A medida que la industria electrónica crece, aumenta también enormemente este tipo de residuos. La ONU prevé 50 millones de toneladas en todo el mundo en 2017.
La mayor parte se exporta a países asiáticos y africanos, con el consiguiente riesgo para el medio ambiente y para la población local, a causa del mercurio y el plomo presentes en estos materiales. Sin mencionar la gran cantidad de plástico, metal y vidrio que tardan tanto tiempo en descomponerse, dañando el suelo, el aire y las aguas subterráneas. La exportación se produce por un único motivo: es más barato enviar los residuos electrónicos a esos continentes que reciclarlos en sus países de origen.
¿Qué puedes hacer tú para ayudar a minimizar este problema?
- Recicla de forma correcta
Busca en tu ciudad empresas y cooperativas especializadas en reciclar este tipo de residuos. No tires nunca los residuos electrónicos a la basura normal. Acabará en vertederos, con el peligro añadido para la salud de los recolectores. Las baterías y los móviles pueden llevarse directamente a las empresas de telefonía.
- Dona los dispositivos si todavía pueden utilizarse
Si tu equipo está en buenas condiciones, dónalo a alguna entidad que lo necesite. Un ordenador antiguo puede ser muy útil en organizaciones que promuevan la inclusión digital. Lo que para unos puede resultar obsoleto, para otros puede ser de gran utilidad.
- Promueve el consumo responsable
Con la constante innovación tecnológica y los nuevos lanzamientos de productos cada año, se promueve cada vez más el consumo. La gente cambia sus equipos con frecuencia, aun estando en buenas condiciones y aunque su funcionamiento siga siendo correcto. Replanteémonos nuestros hábitos de consumo para evitar las compras compulsivas y sin sentido.