Para mantener un portal abierto y actualizado en el que podamos debatir sobre el uso de la tecnología, en Dialogando te queremos escuchar. ¿Hay algo sobre el mundo digital que quieras conocer? ¡Habla con nosotros! Para otro tipo de información contáctanos a través de redes sociales: Facebook y Twitter: @mimovistar o descárgate la app de Mi Movistar.


    Todos los campos son obligatorios*

    X

    Comportamiento - 16/05/2018

    Ciberacoso: ¿quién está detrás de las agresiones?

    3 min Tiempo de lectura

    Cuando investigamos sobre ciberacoso es común que nos encontremos con diversas informaciones y noticias sobre las víctimas y, principalmente, sobre cómo las agresiones difundidas por la web han generado traumas en sus vidas.

    Los agresores parecen estar ocultos tras falsos perfiles y cuentas de e-mail creadas específicamente para ensuciar la imagen de sus víctimas. Uno de los principales factores que aumentan drásticamente la presión psicológica y el miedo es precisamente que las víctimas desconozcan la identidad del agresor.

    Las investigaciones de los reputados profesores Qing Li, Donna Cross y Peter K. Smith en 2012, mostraron que en EE. UU., Europa y Australia, de un 10% a un 35% de los adolescentes afirmaban haber sufrido ciberacoso. Lo más impresionante es que entre un 10% y un 20% –con ciertas variaciones entre los países– reconocían haberlo cometido.

    Otro dato alarmante es que el 90 % de los jóvenes entrevistados son conscientes de que el ciberacoso puede tener consecuencias, y aun así, un 46 % de los estudiantes, aseguran sentir satisfacción con esta práctica. Estos datos fueron obtenidos por la Unicamp (Universidad Estatal de Campinas) en una investigación con adolescentes entre 13 y 14 años de edad.

    La serie para adolescentes Thirteen Reasons Why (Por trece razones), estrenada este año y basada en el libro homónimo, ha reactivado el debate sobre las graves implicaciones del ciberacoso en la vida de los adolescentes. En todo este contexto, no podemos olvidar a los testigos, que dan a  «me gusta» o comparten las situaciones protagonizadas por los agresores y sus víctimas y, en la gran mayoría de las veces, no toman ningún tipo de medida por temor a convertirse en las próximas víctimas. Según Rodrigo Nejm, psicólogo e investigador en la Universidad Federal de Bahía y director de educación en SaferNet, los testigos son corresponsables de la violencia y es necesario aclarar que guardar silencio o compartir una situación de ciberacoso también es violencia.

    Este especialista aclara también que cuando los testigos cambian su postura y empiezan a reconocer los límites entre una broma y una agresión, protegiendo a la víctima, se origina un cambio cultural muy útil a la hora de combatir sistemáticamente el ciberacoso.

    Más que intentar comprender el comportamiento de los agresores, lo importante es estar siempre atentos a las acciones que caracterizan esa práctica y actuar de forma sensata para ayudar. Es esencial que los padres y responsables observen si hay algún cambio repentino en el comportamiento de los niños y adolescentes, como apatía o introversión.

    Volver