La Red, desde el punto de visita de la victimización, supone un contexto de socialización y, sobre todo, una herramienta que se puede convertir en un arma. Así, por desgracia, Internet confiere a quien lo usa para hacer daño una ventaja mayúscula: gran impacto, conseguido de manera sencilla y rápida, y con alto grado de impunidad. Es un desequilibrio enorme.
Es en este contexto, consecuencia de la desigualdad existente, del machismo y patriarcado todavía preponderantes, ellas de nuevo vienen sufriendo las mayores agresiones. La violencia en forma de control es una de las más extendidas desde edades tempranas y se produce limitando y condicionando la libertad y bienestar de sus parejas aprovechando que su vida digital está accesible, en las redes sociales, y que es controlable desde el móvil. Otra forma de victimización soportada por el entorno online es la sextorsión, que supone el control de la voluntad de la víctima bajo la amenaza de compartir o publicar imágenes íntimas que de ella se posee. La revelación sin permiso de imágenes íntimas supone también una gravísima lesión para quien las protagoniza, sea o no consciente de ello. Este tipo de acción alcanza su más deleznable expresión en lo que se ha venido llamando revenge porn (porno vengativo o porno venganza). En este caso, son publicadas las imágenes íntimas de la mujer pareja o expareja, en ocasiones incluso adolescente, con la única finalidad de hacerle daño. El engañoso nombre que se le ha venido dando parece incluso tratar de disculpar o reducir la perversidad de la acción: el porno es voluntario y la venganza parece que pudiera llegar a justificarse.
Pensemos también, no obstante, en la parte más positiva de Internet. Como ejemplo se puede citar el movimientos #MeToo, que refleja cómo se puede usar el medio para agruparse, informar, sensibilizar y denunciar para, finalmente, cambiar las cosas o hacer justicia. Consideremos también la Red como una herramienta para buscar y aportar consuelo a las afectadas al tiempo que se lucha por la igualdad real y se combate toda forma de violencia machista. Por último, seamos también conscientes de que para eliminar ese desequilibrio de fuerzas tan grande que se da en Internet entre víctimas y victimarios, y reducir las consecuencias de esa violencia, se requiere el compromiso de todos y todas. Así, por ejemplo, campañas como www.respetoimagenesintimas.com contribuirían a limitar el impacto que acciones como la sextorsión o el revenge-porn tienen sobre las víctimas.
Autor: Jorge Flores, Fundador y Director de PantallasAmigas. Colaborador de Dialogando.