En un mundo cada vez más conectado, los menores entran en contacto directo con las tecnologías digitales desde edades tempranas. En contraposición con las actuales generaciones de padres, los pequeños tienden a tratar con mucha más naturalidad las posibilidades ofrecidas por la Red. No obstante, tengamos en cuenta que el hecho de saber desenvolverse en los entornos on-line no significa necesariamente tener la madurez suficiente para lidiar con ciertos aspectos clave de la vida digital.
Es ahí donde entran los padres. Demostrar interés y participar de la vida on-line de los hijos son cosas que no es necesario hacer de una forma controladora. En vez de tomar actitudes exageradas, como prohibir el uso, es más productivo mostrar de forma transparente que Internet no es un espacio separado del mundo, y que también posee reglas. Es decir, hacer que los más jóvenes entiendan que es necesario saber usar la libertad con responsabilidad.
Puedes trabajar este tema directamente con los más jóvenes a través de los siguientes consejos:
- Habla con tus hijos. Pregúntales qué sitios web quieren visitar y accede previamente a esas direcciones para saber si sus contenidos son adecuados para ellos y para que puedas conocer sus intereses
- Si no estás familiarizado con el entorno digital, pide ayuda. Ellos pueden ayudarte a navegar y eso ya puede ser el inicio de una actividad en familia.
- Hablad sobre lo que consideráis positivo compartir en redes sociales y lo que creéis que sería exponer demasiado vuestra intimidad en la Red.
- Ayúdales a entender la importancia de no facilitar datos personales a extraños (contraseñas, dirección, teléfonos, nombre del colegio, etc.) ya que la mayoría de las veces no sabemos realmente quién es la persona que está al otro lado de la pantalla.
- Adviérteles de que todas las normas de buena educación y respeto por los demás tienen validez en Internet.
- Y, ¡por supuesto!, muéstrate siempre disponible para ayudar a niños y adolescentes en lo que necesiten. Recuerda que los adultos son los responsables de los actos de los menores en Internet y que con conversaciones cercanas, padres e hijos pueden reflexionar y disfrutar juntos de todas las ventajas de la tecnología conectada.