Las aplicaciones suelen ayudarnos a sacar fotos de mejor calidad, sin embargo, hay veces que ni la más sofisticada aplicación puede mejorar una foto mal hecha. Vamos a darte algunas sugerencias para que tus instantáneas sean excelentes.
¡Ilumínate!
El sensor de la cámara del móvil es muy pequeño, por lo que necesita mucha luz para que la foto quede bien. Cualquier foto que se haga en un ambiente más oscuro presenta interferencias y otros problemas, así que vale la pena encender luces adicionales, incluso durante el día. Utiliza siempre que puedas fondos blancos y claros, porque estos hacen que la foto quede naturalmente limpia.
Sin huellas
Como siempre tenemos el móvil en las manos, la grasa de nuestros dedos se adhiere a la lente de la cámara y, obviamente, eso interfiere en la calidad de las fotos. Por ello, limpia siempre la lente antes de hacer fotos. ¡Te sorprenderás con la diferencia!
¡Stop!
Hacer fotos con el móvil es algo tan común que a veces no nos acordamos de pararnos antes de sacar la foto. El resultado: imágenes borrosas. Por eso, ¡te sugerimos que te quedes quieto para sacar la foto! Y cuidado con la posición de tus brazos. Si los estiras mucho, temblarán a la hora de hacerla. Un consejo es que apoyes el brazo sobre alguna superficie, sobre todo si vas a hacer un selfie. Si es otro tipo de foto, apoya los codos en tu cuerpo, abre ligeramente las piernas para garantizar un mayor equilibrio y acerca el móvil lo máximo posible a tu cuerpo. Puede parecer una posición rara, ¡pero eso garantiza que la foto no salga movida!
A la hora de la verdad, ¡no falles!