Somos seres sociales por naturaleza y nuestra evolución es en gran parte por ese sentido innato para socializar con los demás con el objetivo de aprender a relacionarnos y sobrevivir en este mundo. La necesidad de relación es un pilar esencial en el ser humano que necesita vivir en grupos no solo para subsistir, sino también para ser felices, tal y como expone el psicoanalista Erich Fromm, todo un experto en el vínculo, en el amor y el concepto de la libertad.
Sin embargo, la vida nos recuerda constantemente que nada es estático, que todo está en movimiento, también los cambios sociales, y es que en este año 2020 hemos avanzado 2 metros hacia una sociedad donde el distanciamiento social será nuestra nueva normalidad por la actual crisis sanitaria causada por la Covid-19. ¿Cómo vamos a relacionarnos y socializar en una sociedad distante? La tecnología, está teniendo y va a tener un gran papel.
En menos de dos décadas del siglo XXI, ya se puede decir que Internet y las tecnologías forman parte de nosotros a través de herramientas y aplicaciones que, ahora más que nunca, empleamos de manera cotidiana tanto para trabajar, entretenernos, divertirnos, educar o socializar. Internet, ha generado que la manera de comunicarnos sea diferente primando la inmediatez y un acercamiento basado en el aquí y ahora. Las tecnologías digitales han promovido importantes cambios en el proceso de comunicación. La producción de contenidos, las rutinas de trabajo, los soportes y los modelos de negocio están experimentando una transformación constante y de enorme calado. Todo esto hace que, de manera indudable, los patrones de consumo de información también estén cambiando. Nos adentramos en una nueva era con unos nuevos modelos de comunicación.
Las conocidas Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) engloban herramientas disponibles para todos: las redes sociales, las apps… permitiendo que la sociedad interactúe de manera diaria con ellas. Y en este 2020, sin duda, están jugando y van a jugar un gran papel muy relevante en nuestra manera de relacionarnos. Un ejemplo claro es el del papel de la tecnología en la educación ya que, como advierte la UNESCO, la sociedad tiene el deber de aprovechar el potencial que la tecnología nos ofrece para emplearla como instrumento para educar de una manera amena, dinámica y con gran alcance:
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden contribuir al acceso universal a la educación, la igualdad en la instrucción, el ejercicio de la enseñanza y el aprendizaje de calidad y el desarrollo profesional de los docentes, así como a la gestión dirección y administración más eficientes del sistema educativo.
La tecnología llegó para quedarse, y en la actualidad hemos comprobado que es nuestra gran aliada siempre que se use de una manera cívica y responsable. El movimiento cíclico de la vida nos reconduce hacia nuevos modelos de socialización sin perder esa capacidad innata que tiene el ser humano para crear vínculos.
Autor: Miriam Cirujano, graduada en Comunicación Audiovisual, Asesora en Comunicación y RSC. Twitter @m_cirujano