Ya llega la Navidad y con ellas las dudas sobre qué comprar y que no: ¿es el momento de dar el salto con los más pequeños?, ¿esta plataforma es la correcta?, ¿realmente vale la pena la inversión?, etc.
Este año es un tema especialmente delicado porque hay en el mercado una nueva generación de videoconsolas muy apetitosa y demandada, pero las empresas están teniendo muchos problemas para suministrarlas, por lo que los nervios están a flor de piel.
Aunque Papá Noel y los Reyes Magos tienen habilidades más allá de lo concebible, no van a poder entregar todas las que les gustaría y esto abre la oportunidad para que nosotros, como madres y padres, reflexionemos de forma más sosegada sobre cuál, cuándo, durante cuánto tiempo y para qué queremos una plataforma concreta de videojuegos en nuestros hogares.
Como ya se ha comentado en otros artículos, los videojuegos son programas informáticos que son ejecutados por distintas plataformas. Las más habituales en la actualidad son las siguientes:
- Videoconsolas
- Ordenadores
- Móviles y tablets
- Gafas de VR
Cada una de ellas tiene sus pros y contras, las cuales vamos a intentar explicar a lo largo de este artículo, y así ayudar a que la elección sea más fácil:
Videoconsolas: Son dispositivos que están creados prioritariamente para jugar y que o se conectan a televisiones, o llevan incorporada una pantalla. Estas últimas se denominan portátiles.
La principal ventaja respecto al resto de plataformas es que suelen asegurar el buen funcionamiento de los videojuegos ya que unifican las características, aunque siempre hay que tener cuidado a la hora de comprar el juego, y no comprarlo para la versión equivocada de consola.
Otra cosa a tener en cuenta es el espacio de disco duro que es necesario para instalar los programas, ya que si se compra con poca capacidad habrá que estar instalando y desinstalando juegos cuando se quieran usar.
Si se están planteando pedir una videoconsola uno de los puntos a reflexionar es conocer su ciclo de vida actual, si está arrancando porque es la más nueva, o si está en retirada, porque ya ha una versión mejor.
Otro punto es revisar bien su catálogo de videojuegos. El catálogo suele indicar la edad del público objetivo de la marca, es decir, si los videojuegos se concentran en gente más pequeña o mayor. También es importante saber que las consolas que llevan más tiempo en el mercado suelen tener un catálogo mejor y más variado pero no recibirán los nuevos juego, las más nuevas justo al contrario.
Ordenadores: Son dispositivos concebidos para otras tareas, aunque hay ordenadores gaming que están optimizados para lanzar videojuegos. En este caso es una plataforma más versátil y que puede ser usada para tareas escolares, etc.. Un problema habitual es que no se puede asegurar el funcionamiento perfecto de los videojuegos y hay que comprobar que las características mínimas requeridas se cumplen y aun así, puede ser necesario una configuración extra.
La ventaja respecto a las consolas es que hay diversos programas para comprar videojuegos (llamados comúnmente markets) que pueden convivir entre ellos, por lo que el catálogo es inmenso y no suele haber problemas extra de compatibilidad con juegos más antiguos.
Otro punto negativo a tener en cuenta es que las versiones físicas de los juegos para ordenador están en decadencia, exceptuando las versiones coleccionista, por lo que regalar videojuegos envueltos es complicado, pero siempre existen las tarjetas regalo y similares vinculados a las diferentes plataformas.
Móviles y tablets: Igual que el anterior caso, son dispositivos versátiles, pero dicha versatilidad y portabilidad implica también cierta pérdida de control por parte de las madres y padres, por lo que no sólo involucra la elección es elegir una plataforma de videojuegos sino también una decisión con más connotaciones.
Existe un catálogo inmenso de videojuegos y muchos de ellos utilizan modelos de negocio con acceso gratuito (free to play, freemium, etc., si les interesa que profundicemos en modelos de negocio podemos hacerlo en otro artículo), el problema es de nuevo que no tienen versiones físicas, por lo que regalar juegos en estas plataformas es difícil, excepto a través de tarjetas monedero.
Gafas de VR: Es el regalo más goloso, pero también el que exige más análisis familiar, aunque también un potencial de crecimiento y como experiencia más elevada.
A diferencia de los anteriores existe una cierta variedad de plataformas y están poco unificadas, con un rápido desarrollo de nuevas versiones. Hay que investigar bien tanto la plataforma en sí como el catálogo de videojuegos actuales para no limitar la vida útil del aparato.
Como en los casos anteriores no hay formato físico de los videojuegos y esta plataforma tiene otra limitación muy importante a tener en cuenta que es la edad mínima de uso: 12 años.
Una vez observados los pros y contras, toca pensar cuánto tiempo y cómo queremos que la usen nuestros menores.
Si queremos poder controlar el tiempo de uso de una forma más directa, es más recomendable plataformas que no sean portátiles, porque podemos elegir el espacio donde se va a usar y este puede ser de paso o común.
Si por el contrario consideramos jugar a videojuegos una actividad que hagan con mayor autonomía o sin hacer competencia de espacios, la opción ideal es portátil, y si queremos poner ciertas limitaciones existen diversos sistemas de control parental.
Si la idea es que sea un aparato compartido por distintos miembros de la familia, hay que encontrar un catálogo de videojuegos equilibrado respecto a los gustos o pensar en videojuegos multijugador para jugar en local, cada uno con un mando, por ejemplo.
Es muy importante que sea la familia la que decida el modelo de uso de videojuegos previo a la elección de la plataforma, y no al revés. Si acaba llegando un aparato en navidades que no se ajusta a la estrategia parental, el uso de videojuegos en vez de ser un enriquecimiento del ocio familiar se puede convertir en un foco de conflictos.
Muchas cosas a pensar y debatir con nuestras parejas y pequeños antes de enviar las cartas de regalos, pero intentemos que sea una oportunidad a explotar de forma consensuada y racional con el fin de obtener todo el potencial positivo que tienen que ofrecer los videojuegos como regalo navideño.
Agradecimiento a Lucía Sánchez por las correcciones y comentarios.
Autor: Carlos González Tardón, Doctor en Ocio y Desarrollo Humano, especialista en Videojuegos.