Existen pocos datos sobre cómo usan los menores de 13 o 14 años Internet y las redes sociales, ya que, habitualmente, son esas las edades permitidas legalmente para su uso. Sin embargo, todas y todos somos conscientes de que niñas y niños usan los medios sociales, conversan, se comunican, desarrollan su identidad o juegan en ellos antes de dicha edad. Incluso, en ocasiones, la edad de uso de estas redes sociales o sitios online puede llegar a ser una mera hipocresía empresarial. De hecho, Internet no es bueno ni malo en sí mismo, sino por el uso que le den. Por ello, ¿no es mejor enseñarles lo antes posible a utilizar adecuadamente la tecnología y la conectividad?
Educar en el buen uso de las redes sociales de manera temprana no implica que hijas e hijos creen cuentas en ellas a cualquier edad, sino que podemos tener en cuenta alguna de estas opciones:
– Utilizar redes sociales específicas para su edad, conocimientos o aficiones: son muchas las redes sociales propias para peques de cualquier edad y adaptadas a sus gustos, desde los juegos hasta la lectura.
– Comentar el uso de las redes sociales o aplicaciones como adulto: explica en voz alta qué harás con la fotografía que acabas de realizar, pregunta antes de publicarla, revisa la ortografía…puedes dejar que te acompañe mientras contestas un WhatsApp, un correo electrónico o comentas en Facebook. Piensa que tu ejemplo es lo más importante.
– Usar las redes sociales en familia: ¿por qué no crear un perfil de la familia en una red social? Podéis elegir redes sociales específicas para familias o, por ejemplo, algo tan extendido y conocido por ellos como Instagram.
– Concretar con ellos unas normas de uso de la tecnología y la conexión a Internet: debatid todos juntos las normas que seguiréis (todos: adultos y niños) para el uso de los smartphones, la tableta, el ordenador, redes sociales, blogs, aplicaciones…
– Analizar noticias, documentales, vídeos, música… que hablen de Internet: aprovecha los medios de comunicación para debatir, expresar ideas, opiniones…y dejar que niñas y niños también la expresen. Permite trabajar la empatía y la reflexión previa al uso de la Red.
– Si desean abrir una cuenta, acompañarles en el uso de las redes sociales: acompáñales en el uso desde pequeños para que puedan navegar solos cuando lleguen a la adolescencia.
¿Os habéis decantado por usar redes sociales específicas para menores? Existen muchísimas páginas web, comunidades online o redes para ellos, por lo que revisa la información previamente para decantarte por una de ellas (puedes seguir los pasos que explicamos al elegir una app). Con todo, os dejamos algunas ideas para que comencéis a bucear en ellas:
– Club Penguin (www.clubpenguin.com): la comunidad de juegos online de Disney para todos los públicos y clasificado para mayores de 6 años por la Entertainment Software Rating Board.
– Leoteca (www.leoteca.es): una red social de habla hispana sobre lectura para niñas y niños. Dispone de selección de libros para todas las edades y para lectores en familia o solitos.
– WebblyWorld (www.webbliworld.com): una comunidad para peques en las que pueden personalizar su propio personaje para jugar con amigos y comenzar a aprender a comunicarse en los espacios sociales de Internet.
Recuerda que la seguridad de los menores, así como enseñarles a navegar seguros, es una prioridad en edades tempranas para que normalicen hábitos. Así, por un lado, recordemos que todos los usuarios de Internet somos ejemplo para ellos tanto por lo que decimos y pueden ver, como por lo que callamos. Además, seamos conscientes de que nosotros desarrollamos su identidad digital, a veces, sin contar con ellos ¡preguntémosles primero antes de publicar cualquier imagen o comentario sobre ellos en la Red!
Al hablar de seguridad, podemos tener en cuenta cosas tan básicas como explicarles que la identidad digital la desarrollan desde hoy y para siempre, acompañarles en qué contenido publicar y cuál no redifundir aunque lo hayan recibido, informarles y formarles en la diferencia entre privacidad e intimidad (qué compartir y con quién) y, por supuesto, actuar con empatía. Ponernos en los zapatos del otro no tiene que ver con la conectividad o las TIC, sin embargo, es la capacidad más valiosa que podemos poseer las personas para actuar adecuadamente en Internet. ¿Por qué? Porque Internet la hacemos las personas, cada uno de los usuarios que participamos en la Red.
Autor: Diana González, especialista en educación y TIC de la Escuela de Tecnología del Planetario de Pamplona y colaboradora de Dialogando.
