En pleno siglo XXI, todavía queda mucho trabajo que realizar para acabar con la violencia de género y una de las claves para conseguirlo es la educación. Debemos educar en igualdad de género, es un hecho necesario y una de las vías más importantes para erradicar la violencia de género, tal y como nos recuerda Nelson Mandela “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Es importante educar personas que se sientan libres para expresar sus cualidades humanas sin miedo a romper las expectativas del rol de género “establecidas de manera equivoca” para así conseguir una sociedad donde prime la androginia y suprimir cualquier comportamiento y actitud machista.
En una sociedad donde la inmediatez impuesta por las nuevas tecnologías ha hecho que estemos en continuo cambio de información y de comunicación, es necesario, saber aprovechar el gran potencial que las herramientas digitales nos ofrecen para poder educar a la sociedad en igualdad de género porque tenemos la responsabilidad social de hacer un buen uso de las nuevas tecnologías para poder contribuir a la construcción de un mundo mejor.
¿Pero estamos haciendo un buen uso de la tecnología? Las TIC y las redes sociales se están convirtiendo en una nueva herramienta para ejercer violencia de género, los jóvenes y adolescentes que han nacido en una era tecnológica son nativos digitales y es aquí donde más se está ejerciendo violencia de género digital, empleando estos medios para ejercer un control y un chantaje. Es por ello que no podemos obviar esta nueva forma de ejercer violencia de género que está afectando a uno de los colectivos más vulnerables, los adolescentes.
Las cifras nos alarman de esta nueva realidad. Está habiendo un aumento de violencia de género entre adolescentes, por ello es de vital importancia conocer las nuevas formas de ejercer esta violencia que surge a través del uso de las tecnologías. El ciberacoso se ha convertido en una nueva vía de ejercer violencia de género, y, además, se produce generalmente sin que haya coincidencia física pero, sin embargo, la reiteración se convierte en la estrategia de invasión de la intimidad más utilizada por los acosadores. Por ejemplo, la insistencia en el envío de mensajes o las peticiones recurrentes para conseguir determinada conducta se convierte en la fórmula para acosar a la víctima. O tras la ruptura de la pareja, los ciberacosadores utilizan Internet para alcanzar a la víctima, utilizando el chantaje emocional, para intentar conseguir volver a mantener una relación directa con la víctima, aunque también se utilizan los insultos y las amenazas. Es importante incidir en esta nueva forma de ejercer violencia de género, ya que determinados patrones de uso de Internet que pueden ser interpretados como prácticas de riesgo, tales como intercambiar información o imágenes privadas, el control por parte de la pareja a través de las redes sociales o quedar con un desconocido por Internet, por ejemplo, no se perciben como un peligro, sino como algo “normal”.
La velocidad a la cual avanza Internet y las nuevas tecnologías es vertiginosa, pero no podemos obviar esta realidad, y se debe trabajar para hacer un buen uso de las TIC y no permitir que se siga propagando esta nueva manera de ejercer violencia. Es importante advertir a los adolescentes cuáles son los riesgos de las nuevas tecnologías y cuáles son los primeros signos de maltrato digital, los cuales, parece que pasan desapercibidos porque son considerados acciones “normales”. Algunos de los signos que indican que se está produciendo violencia digital, podrían ser, tales como: acosar o controlar a tu pareja usando el móvil; interferir en relaciones online de tu pareja con otras personas; espiar el móvil de tu pareja; censurar fotos que tu pareja publica y comparte en redes sociales; controlar lo que hace tu pareja en las redes sociales ; exigir a tu pareja que demuestre dónde está con su geolocalización; obligar a tu pareja a que te envíe imágenes íntimas; comprometer a tu pareja para que te facilite sus claves personales; obligar a tu pareja a que te muestre un chat con otra persona; o mostrar enfado por no tener siempre una respuesta inmediata online, por ejemplo. En este sentido, para que los adolescentes puedan emplear las tecnologías como herramienta para luchar contra la violencia de género, Telefónica y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad crearon la app para teléfonos móviles «LIBRES» dirigida principalmente a mujeres que sufren o han sufrido violencia de género y a cualquier persona que detecte en su entorno una posible situación de maltrato, creando un apartado dirigido expresamente a adolescentes para que puedan encontrar en las nuevas tecnologías un instrumento para detectar si se están sufriendo violencia de género o ayudar a algún caso cercano. Además, todo ello de un forma ágil, sencilla, intuitiva, gratuita y sobre todo confidencial ya que la aplicación se ha diseñado para que permanezca oculta en el menú del teléfono de tal manera que nadie más, salvo ella misma, sepa que dispone de una aplicación sobre violencia de género.
Tenemos la responsabilidad de educar para que los más jóvenes hagan un uso responsable de las nuevas tecnologías y sepan aprovechar el gran potencial de las TIC para acabar con los estereotipos sexuales presentes en nuestra sociedad, y educar de una manera inmediata, dinámica y visual para conseguir la igualdad de género real y acabar con el machismo, y así con la violencia de género. Si desde una edad temprana se nos educa en que nacemos de manera libre para poder adoptar los estereotipos que como seres libres decidamos escoger, y no los que son o no son vistos de manera correcta por la sociedad, nos encontraremos con personas libres de cualquier estereotipo de género dando paso a una igualdad sin machismo.
Saber aprovechar la tecnología y las ventajas que nos ofrece, es necesario para construir una sociedad más cívica. El papel de las nuevas tecnologías en la educación es necesario para poder llegar a todos los rincones de la sociedad e instaurar un modelo coeducativo donde todos los agentes de la sociedad contribuyan a una igualdad de género y erradicación de violencia de género.
Autora: Miriam Cirujano Torres, especialista en igualdad de género y violencia de género.